Las relaciones de pareja han
ocasionado niveles de dolor y ansiedad muy alto en la mayoría de las veces.
Muchos
estamos buscando equilibrar nuestras energías masculinas y femeninas dentro de
nuestro Ser para poder salir de la distorsionada idea que tenemos sobre éstas.
Para esto debemos entender
que todo comienza con nosotros. Quien nos acompaña como pareja simplemente es
un espejo para que aprendamos de él y evolucionemos con él.
Nadie, absolutamente nadie
te podrá amar como sólo tú puedes hacerlo ni podrás amar a nadie más de lo que
tú te amas.
Cuando buscas que alguien te
dé ese amor que tú no estás dispuesto a darte, entonces generas una necesidad y
ésta es la pareja que llegará a tu vida... la que intenta llenar tus
necesidades. Pero esto, no durará por mucho tiempo, se convertirá en una
relación con insatisfacciones. Cada uno de los integrantes de la relación
reflejará al otro los desequilibrios de necesidad, posesión, expectativas
irreales, control, manipulación, entre otros.
Pero si tienes integradas y
equilibradas en tu interior las energías femeninas y masculinas, entonces, en
ese momento se puede decir, que estás enamorad@ de ti mismo y no necesitarás
que nadie te satisfaga emocionalmente... te sentirás complet@, feliz y exitos@...
Transpirarás la alegría de la vida con o sin pareja y no sentirás el vacío
interno que produce estar necesitado y desequilibrado.
Cuando se alcanza este
equilibrio, entonces el "Yo Soy" de tu Ser, proyecta este sentir y
llegará a ti esa persona que quiera compartir contigo. No sentirá la presión de
cumplir con tantos pedidos que hace la pareja a nivel emocional y estará
alineado con tu deseo y tu camino presente...
Escrito por Ana María Rodríguez
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